Espero que toda la información que encuentren en este lugar sea de ayuda en sus vidas.
La mayoría de la gente sabe que si uno marca en el teléfono los números 9-1-1 en los Estados Unidos
obtiene ayuda en una emergencia. Es tan simple que hasta los niños en edad preescolar han salvado vidas
marcándolos. Tres números lo hacen todo. Una vez, a una mujer la secuestraron en su auto con su hijita dentro. La niña marcó el 9-1-1 en el teléfono móvil, pero el secuestrador no se dio cuenta de lo que ella había hecho. Puesto que alguien escuchaba en el departamento de policía, la astuta madre dio algunas claves sobre su ubicación en voz alta mientras hablaba con el secuestrador. La policía las pudo localizar, a ella y a su hijita, y arrestar al delincuente. En una emergencia, la ayuda está a la corta distancia de tres teclas que se marcan en el teléfono. Sin embargo, muchas veces los rescatadores humanos no pueden remediar las situaciones que enfrentamos. Muchas veces nuestras crisis requieren ayuda divina. Cuando eso sucede podemos marcar unos números diferentes: el Salmo 91:1. Allí encontramos la ayuda y la protección de nuestro Dios todopoderoso. Este versículo nos recuerda que Dios es nuestro refugio y que podemos descansar bajo su sombra. Cuando enfrentamos las crisis de la vida, a menudo tratamos de sobrevivir por nuestra propia cuenta. Olvidamos que lo que más necesitamos, la protección de Dios y el consuelo de su presencia, están disponibles con sólo pedirlos. La próxima vez que el peligro espiritual amenace, marca el Salmo 91:1. SI MORAMOS BAJO LA SOMBRA DE LAS ALAS DE DIOS, NO TENEMOS QUE TEMER LAS SOMBRAS DE LA VIDA.